The Beatles, el escarabajo les trajo mala suerte
por: Marisol Roldán
Es escarabajo azul egipcio propicia buena suerte a sus portadores ya que comunica el mundo de los hombres con los dioses, pero también es un portador de mensajes entre los vivos y los muertos.
El escarabajo negro es un símbolo mucho más actual, el que crearon unos jóvenes londinenses a mediados del siglo pasado (Paul, Ringo y los desaparecidos George y John), el slogan de una música que revoluciono toda una época y que se alzó como talismán igual que el viejo escarabajo del Nilo sobre los mortales. Y aunque al parecer pocas similitudes guarden ambos insectos simbólicos, el negro tomó del ancestral el servir primero a sus portadores para comunicarse con los dioses de la fama (nivel que alcanzaron durante décadas), para terminar luego ligándose inevitablemente al precio que exigía esa suerte...la muerte.
Y es que desde hace años los cuatro Beatles han venido conectándose con la crudeza del otro lado a través de sus seres más queridos o sufriendo en sus propias almas esa inexplicable maldición o gafe que ha llevado a dos de ellos (Lennon y George) al juicio de Osiris. Como un cuervo negro la muerte y la desgracia rondó desde muy temprano a estas estrellas de la música. Oscuro el destino de algunos de ellos, como el color de aquellos trajes de sus primeros años de popularidad.
Dentro de sus aspectos formales aquellos cuatro chicos de Liverpool demostraron desde un principio que había mucho más de lo que se veía. Algunos entendieron que eran portadores de un cambio al que llamaron rebeldía, provocación a las normas establecidas. Otros intuyeron un lado místico mucho más profundo y esotérico que guardaban en cada expresión de sus canciones, un silencioso mantra superpuesto en las melodías que componían que gritaba a los jóvenes de la época: "¡Despertar!".
Hace treinta años la juventud comenzaba a probar cosas dormidas desde los albores de la humanidad, los estados alterados de conciencia, la necesidad de redescubrir la verdadera razón de las cosas y las preguntas existenciales centradas en dos temas: la vida y la muerte. Los americanos hacían de la muerte de un veinteañero, James Dean, un slogan generacional "vive rápido, muere joven y harás un bonito cadáver. Se iniciaba un movimiento basado en ideas pro-pacifistas que en los sesenta se conoció como los naturales "hippies", otro símbolo que enlazaba a los jóvenes con el regreso a lo místico y lo trascendente.
Y de repente todo el mundo quería leer más allá en la simbología que les mostraban sus ídolos desde los púlpitos de la fama. Los nuevos gurús estaban en las portadas de las revistas musicales, en los panfletos de los museos y en las pancartas pegadas en las paredes. Los Beatles eran, desde su cúspide ídolos a imitar, pero también a intentar entender. En sus primeros discos como Abbey Road los escarabajos negros de Inglaterra habían tocado el amor y los recuerdos de las historias pasadas. Habían llorado a lo perdido, y al llegar Any Peace atrajeron consigo un llamamiento al equilibrio de la paz interna y mundial. Pero también se atrevieron al mundo de lo oculto, al menos eso creyeron sus seguidores.
Cuando publicaron Abbey Road surgió el mito de los Beatles. Muchos afirmaban que al escuchar el LP al revés se oían mensajes ocultos. Pero en lo que coincidieron la mayoría fue en que aquella sencilla portada del grupo cruzando un paso de cebra, tenía un alto contenido alegórico. Un mensaje subliminal que hablaba del transito a la muerte en general o bien del grupo. Paul McCartney descalzo y con los ojos cerrados era la representación de la muerte, del que inicia un transito vital hacía un lado oscuro y desconocido, sus compañeros eran un cortejo fúnebre, pero a la vez hacían de nexo de unión de Paul con el mundo de los vivos. El presunto entierro tenía un sacerdote que vestía de blanco y Lennon le ponía el rostro. Ringo de traje negro era el comisario de la funeraria, Harrison sencillo y con unos vaqueros era el enterrador. Todo el mundo comento que tal vez, aquella portada silenciaba la muerte de uno de los miembros del grupo (porque hubiera sucedido y la discográfica no hubiera querido gritarlo al mundo cara a no tener perdidas económicas).
McCartney salió a la prensa negando todo, incluso una ultima acusación en la que se suponía él era un suplantador del verdadero artista.
Pero la lectura esotérica de aquella portada no quedo allí años después seguía dando que hablar. Es de mencionar, por curiosidad la idea de que efectivamente aquella portada daba la idea de un tránsito a la muerte, pero a nivel iniciático, es decir un cambio que se estaba cerniendo sobre el grupo, la música y el mundo, sobre todo el de los jóvenes. Paul descalzo y con los ojos entornados indicaba el individuo que transcendía a ese cambio abiertamente en espera de respuestas, desnudo de influencias mundanas anteriores, dispuesto a aprender del cambio. Harrison con vaqueros y detrás de él representaba al hombre que se dirigía hacía el cambio de forma sencilla. Pero con unas ideas ya establecidas. Dispuesto a trabajar. Ringo de negro era el estereotipo del hombre que llegaba a ese tránsito evolutivo social lleno de ideas oscuras, influenciado por las leyes mundanas anteriores, dispuesto a sacar provecho material de los cambios. Lennon de blanco era el símbolo del que iba al cambio de manera consciente y conociendo que le deparaba ese nuevo concepto de ver las cosas más allá del paso de cebra . Porque desde el otro lado sin prisa (iba el ultimo en la fila de los músicos) ya sabía vivirlo desde el otro lado. Por eso esa lentitud y último puesto porque al tiempo hacia de guía y escolta de los otros compañeros que accederían antes que él a los cambios.
No deja de ser otra versión esotérica, aunque sin duda mucho más romántica y mágica.
Diseminados en el la fotografía escondidos por doquier símbolos como una rana que es animal de transmutación en alquimia y otros objetos. Sea cual sea la explicación real lo cierto es que si efectivamente lo que querían los Beatles de los sesenta era llamar la atención de sus fans, lo consiguieron, al tiempo que dejaron entender al mundo que ellos eran conocedores, seguidores de otras opciones alternativas a la vida.
Lennon fue siempre un buscador nato de respuestas espirituales. Influenciado por ideas tántricas y budistas. Creía en la reencarnación y abogaba por una fraternidad cósmica entre los hombres. Sin embargo aunque esa era la apariencia respecto al mundo se sabe que era de un carácter desconcertante e inestable. Muchos son los esotéricos de la época que abogan porque llevado por su curiosidad termino incluso interesándose por el mundo del satanismo. Lo que explicaría porque fue asesinado en las puertas del Edificio Dakota donde se rodó La semilla del diablo, dirigida por director Roman Polanski . Él director lo llamó en la ficción Edificio Bramford y está situado en la 72nd Street West de Nueva York. Habiendo sido construido en 1881, siempre se creyó que allí se habían realizado rituales satánicos a comienzos del siglo XX. Y porqué un supuesto maniaco obsesivo le mató aquel día 8 de Diciembre de 1980. Un maniaco que no pudo hablar nunca pues murió a su vez y que muchos creen que eran seguidor de esta diabólica secta norteamericana. Antes de morir de cáncer, hace unos meses, George Harrison había sufrido otro intento de asesinato por parte de otro maniaco que curiosamente repetía estilo e influencias satánicas con el que sesgó la vida a John.
Los dos Beatles desaparecidos eran los que más profundizaron en una búsqueda del sentido de la vida. Influencias hinduistas y budistas para Lennon y doctrinas Hare Krisna para Harrison no fueron suficiente coraza para protegerles de la muerte. Ambos fallecidos habían experimentado en su búsqueda de casi todo. Amaban oriente y sus filosofías. Si nadie podrá olvidar las prácticas tántricas de Lennon con su viuda Yoko Ono y que pudieron ser filmadas, tampoco debe olvidar que después de experimentar ambos con tipos de alucinógenos y drogas como el lsd, habían practicado la iniciación de otra manera más material, para la que Lennon empleo yoga y Harrison meditación en el mismo Himalaya. Éste último incluso siguió sin reparos al gurú indio Mahararishi. Y tanto debió de creer en ellos que parte de su gran fortuna ha quedado legada hoy para los Hare Krisna y seguidores del gurú. Por su parte Ringo era el que creía en la vida en otros planetas y abogaba por la parte más humanas del hombre. Y Paul McCartney como ha reconocido en diferentes ocasiones a los medios siempre había creído en la vida más allá, teniendo contactos con su difunta esposa desde ese lado, Linda muerta de cáncer de mama pese a su vida sana y gran optimismo. Qué él afirma mantiene y le transmite en sus mensajes desde el mundo de los espíritus.
Harrison sufrió por años de cáncer de pulmón y cuya metástasis se había extendido hacia la garganta, haciéndole sufrir dolor y continuas visitas a radiación. Lennon no sabemos si hubiera seguido la escala de tragedias de sus ex-compañeros Beatles, pero una grande nos privó de su presencia en este mundo. Ringo Starr, el inolvidable batería no ha vivido más que dolor familiar, pues su mujer murió joven de leucemia (cáncer de sangre) y una de sus hijas padece un tumor cerebral.
Igual que otras familias de famosos, los Kennedy y Onassis, por ejemplo o grupos de individuos que lograron acceder al éxito juntos los Beatles han sido centro de una suerte de desgracias que vistas por separado no parecen enigmáticas, pero que juntas dan toda la sensación de una maléfica mala suerte.
Es escarabajo azul egipcio propicia buena suerte a sus portadores ya que comunica el mundo de los hombres con los dioses, pero también es un portador de mensajes entre los vivos y los muertos.
El escarabajo negro es un símbolo mucho más actual, el que crearon unos jóvenes londinenses a mediados del siglo pasado (Paul, Ringo y los desaparecidos George y John), el slogan de una música que revoluciono toda una época y que se alzó como talismán igual que el viejo escarabajo del Nilo sobre los mortales. Y aunque al parecer pocas similitudes guarden ambos insectos simbólicos, el negro tomó del ancestral el servir primero a sus portadores para comunicarse con los dioses de la fama (nivel que alcanzaron durante décadas), para terminar luego ligándose inevitablemente al precio que exigía esa suerte...la muerte.
Y es que desde hace años los cuatro Beatles han venido conectándose con la crudeza del otro lado a través de sus seres más queridos o sufriendo en sus propias almas esa inexplicable maldición o gafe que ha llevado a dos de ellos (Lennon y George) al juicio de Osiris. Como un cuervo negro la muerte y la desgracia rondó desde muy temprano a estas estrellas de la música. Oscuro el destino de algunos de ellos, como el color de aquellos trajes de sus primeros años de popularidad.
Dentro de sus aspectos formales aquellos cuatro chicos de Liverpool demostraron desde un principio que había mucho más de lo que se veía. Algunos entendieron que eran portadores de un cambio al que llamaron rebeldía, provocación a las normas establecidas. Otros intuyeron un lado místico mucho más profundo y esotérico que guardaban en cada expresión de sus canciones, un silencioso mantra superpuesto en las melodías que componían que gritaba a los jóvenes de la época: "¡Despertar!".
Hace treinta años la juventud comenzaba a probar cosas dormidas desde los albores de la humanidad, los estados alterados de conciencia, la necesidad de redescubrir la verdadera razón de las cosas y las preguntas existenciales centradas en dos temas: la vida y la muerte. Los americanos hacían de la muerte de un veinteañero, James Dean, un slogan generacional "vive rápido, muere joven y harás un bonito cadáver. Se iniciaba un movimiento basado en ideas pro-pacifistas que en los sesenta se conoció como los naturales "hippies", otro símbolo que enlazaba a los jóvenes con el regreso a lo místico y lo trascendente.
Y de repente todo el mundo quería leer más allá en la simbología que les mostraban sus ídolos desde los púlpitos de la fama. Los nuevos gurús estaban en las portadas de las revistas musicales, en los panfletos de los museos y en las pancartas pegadas en las paredes. Los Beatles eran, desde su cúspide ídolos a imitar, pero también a intentar entender. En sus primeros discos como Abbey Road los escarabajos negros de Inglaterra habían tocado el amor y los recuerdos de las historias pasadas. Habían llorado a lo perdido, y al llegar Any Peace atrajeron consigo un llamamiento al equilibrio de la paz interna y mundial. Pero también se atrevieron al mundo de lo oculto, al menos eso creyeron sus seguidores.
Cuando publicaron Abbey Road surgió el mito de los Beatles. Muchos afirmaban que al escuchar el LP al revés se oían mensajes ocultos. Pero en lo que coincidieron la mayoría fue en que aquella sencilla portada del grupo cruzando un paso de cebra, tenía un alto contenido alegórico. Un mensaje subliminal que hablaba del transito a la muerte en general o bien del grupo. Paul McCartney descalzo y con los ojos cerrados era la representación de la muerte, del que inicia un transito vital hacía un lado oscuro y desconocido, sus compañeros eran un cortejo fúnebre, pero a la vez hacían de nexo de unión de Paul con el mundo de los vivos. El presunto entierro tenía un sacerdote que vestía de blanco y Lennon le ponía el rostro. Ringo de traje negro era el comisario de la funeraria, Harrison sencillo y con unos vaqueros era el enterrador. Todo el mundo comento que tal vez, aquella portada silenciaba la muerte de uno de los miembros del grupo (porque hubiera sucedido y la discográfica no hubiera querido gritarlo al mundo cara a no tener perdidas económicas).
McCartney salió a la prensa negando todo, incluso una ultima acusación en la que se suponía él era un suplantador del verdadero artista.
Pero la lectura esotérica de aquella portada no quedo allí años después seguía dando que hablar. Es de mencionar, por curiosidad la idea de que efectivamente aquella portada daba la idea de un tránsito a la muerte, pero a nivel iniciático, es decir un cambio que se estaba cerniendo sobre el grupo, la música y el mundo, sobre todo el de los jóvenes. Paul descalzo y con los ojos entornados indicaba el individuo que transcendía a ese cambio abiertamente en espera de respuestas, desnudo de influencias mundanas anteriores, dispuesto a aprender del cambio. Harrison con vaqueros y detrás de él representaba al hombre que se dirigía hacía el cambio de forma sencilla. Pero con unas ideas ya establecidas. Dispuesto a trabajar. Ringo de negro era el estereotipo del hombre que llegaba a ese tránsito evolutivo social lleno de ideas oscuras, influenciado por las leyes mundanas anteriores, dispuesto a sacar provecho material de los cambios. Lennon de blanco era el símbolo del que iba al cambio de manera consciente y conociendo que le deparaba ese nuevo concepto de ver las cosas más allá del paso de cebra . Porque desde el otro lado sin prisa (iba el ultimo en la fila de los músicos) ya sabía vivirlo desde el otro lado. Por eso esa lentitud y último puesto porque al tiempo hacia de guía y escolta de los otros compañeros que accederían antes que él a los cambios.
No deja de ser otra versión esotérica, aunque sin duda mucho más romántica y mágica.
Diseminados en el la fotografía escondidos por doquier símbolos como una rana que es animal de transmutación en alquimia y otros objetos. Sea cual sea la explicación real lo cierto es que si efectivamente lo que querían los Beatles de los sesenta era llamar la atención de sus fans, lo consiguieron, al tiempo que dejaron entender al mundo que ellos eran conocedores, seguidores de otras opciones alternativas a la vida.
Lennon fue siempre un buscador nato de respuestas espirituales. Influenciado por ideas tántricas y budistas. Creía en la reencarnación y abogaba por una fraternidad cósmica entre los hombres. Sin embargo aunque esa era la apariencia respecto al mundo se sabe que era de un carácter desconcertante e inestable. Muchos son los esotéricos de la época que abogan porque llevado por su curiosidad termino incluso interesándose por el mundo del satanismo. Lo que explicaría porque fue asesinado en las puertas del Edificio Dakota donde se rodó La semilla del diablo, dirigida por director Roman Polanski . Él director lo llamó en la ficción Edificio Bramford y está situado en la 72nd Street West de Nueva York. Habiendo sido construido en 1881, siempre se creyó que allí se habían realizado rituales satánicos a comienzos del siglo XX. Y porqué un supuesto maniaco obsesivo le mató aquel día 8 de Diciembre de 1980. Un maniaco que no pudo hablar nunca pues murió a su vez y que muchos creen que eran seguidor de esta diabólica secta norteamericana. Antes de morir de cáncer, hace unos meses, George Harrison había sufrido otro intento de asesinato por parte de otro maniaco que curiosamente repetía estilo e influencias satánicas con el que sesgó la vida a John.
Los dos Beatles desaparecidos eran los que más profundizaron en una búsqueda del sentido de la vida. Influencias hinduistas y budistas para Lennon y doctrinas Hare Krisna para Harrison no fueron suficiente coraza para protegerles de la muerte. Ambos fallecidos habían experimentado en su búsqueda de casi todo. Amaban oriente y sus filosofías. Si nadie podrá olvidar las prácticas tántricas de Lennon con su viuda Yoko Ono y que pudieron ser filmadas, tampoco debe olvidar que después de experimentar ambos con tipos de alucinógenos y drogas como el lsd, habían practicado la iniciación de otra manera más material, para la que Lennon empleo yoga y Harrison meditación en el mismo Himalaya. Éste último incluso siguió sin reparos al gurú indio Mahararishi. Y tanto debió de creer en ellos que parte de su gran fortuna ha quedado legada hoy para los Hare Krisna y seguidores del gurú. Por su parte Ringo era el que creía en la vida en otros planetas y abogaba por la parte más humanas del hombre. Y Paul McCartney como ha reconocido en diferentes ocasiones a los medios siempre había creído en la vida más allá, teniendo contactos con su difunta esposa desde ese lado, Linda muerta de cáncer de mama pese a su vida sana y gran optimismo. Qué él afirma mantiene y le transmite en sus mensajes desde el mundo de los espíritus.
Harrison sufrió por años de cáncer de pulmón y cuya metástasis se había extendido hacia la garganta, haciéndole sufrir dolor y continuas visitas a radiación. Lennon no sabemos si hubiera seguido la escala de tragedias de sus ex-compañeros Beatles, pero una grande nos privó de su presencia en este mundo. Ringo Starr, el inolvidable batería no ha vivido más que dolor familiar, pues su mujer murió joven de leucemia (cáncer de sangre) y una de sus hijas padece un tumor cerebral.
Igual que otras familias de famosos, los Kennedy y Onassis, por ejemplo o grupos de individuos que lograron acceder al éxito juntos los Beatles han sido centro de una suerte de desgracias que vistas por separado no parecen enigmáticas, pero que juntas dan toda la sensación de una maléfica mala suerte.
7 comentarios
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Caronte -
Tus otras aseveraciones pueden ser ciertas, pero tratàs a la muerte como algo anodino a la vida, cuando es un hecho indisoluble...o acaso pensàs que no vas a morir? acaso no tuviste ningùn familiar que muriò enfermo? no conociste gente que muriò joven. La verdad no te entiendo, o vivìs en el Olimpo?
lennon910 -
rogwlenna -
a dios no se le deve de desafiar
Anónimo -
chacho -
jala -