Vivir en la Luna podría ser una realidad en 20 años
Así lo aseguró recientemente Bernard Foing, director científico del proyecto Smart-1(Small Missions for Advanced Research and Technology). Una misión de la Agencia Espacial Europea (ESA) que durante este mes de septiembre debería de haber visto su inicio gracias al lanzamiento del cohete Ariane-5 desde la base espacial de Kuru en la Guayana Francesa
La expedición tendrá como misión realizar un mapeo completo de la superficie lunar, lo que permitiría a los científicos poner a prueba distintas teorías sobre el origen y las sucesivas transformaciones de este cuerpo celeste, según explicó Foing a la BBC. El Smart-1 estará dotado de un complejo sistema de rayos-X que ha sido desarrollado conjuntamente en tres universidades británicas, la de Sheffield, la de Londres y la de Manchester. Gracias a esta misión la cara oculta, como se denomina popularmente, de nuestro satélite natural y sus regiones polares podrán ser estudiadas más a fondo, al igual que la riqueza mineral de la Luna y la posibilidad de que exista agua helada en su superficie. "De cara a la exploración lunar y planetaria en el futuro, necesitamos encontrar recursos naturales y establecer allí asentamientos", según Bernard Foig.
La Smart-1 no está tripulada y su propulsión se realiza a través de motores de iones. La estructura del aluminio de la sonda tiene unas dimensiones de 157x115x104 centímetro, con una especie de formación a modo de caja que conteniene cuatro paneles de pared lateral y dos placas de la cubierta. "El sistema de propulsión iónica es el futuro de los viajes espaciales. Esta es una misión pionera, inteligente en todos sus aspectos", según apuntó el astrónomo inglés Sir Patrick Moore, aunque con anterioridad la NASA había probado el proyecto Deep Space 1. Durante 16 meses la Smart-1 rodeará la Luna, sin aterrizar en ella, y gracias a los paneles que están situados en su pequeño cuerpo podrá convertir la luz del Sol en energía eléctrica y con posterioridad los átomos del gas xenón en iones, cuyas expectativas es aumentar por diez la velocidad actual de algunos sistemas de propulsión.
Para Sarah Dunkin, especialista científica del proyecto y miembro del Departamento de Ciencia y Tecnología del Rutherford Appleton Laboratory Chilton comentó en la rueda de prensa de presentación de la primera misión que: "la Luna puede usarse como un banco de prueba para futuras misiones del hombre al espacio sideral. Vivir en otro mundo, será un desafío tanto para la tecnología como para la fisiología humana. Desconocemos los efectos a largo plazo de un medio ambiente con bajos niveles de gravedad". Foing piensa sobre vivir en la Luna que: creemos que tecnológicamente esto es posible, pero al final dependerá de la decisión política de prepararla para una colonización o como refugio de la especie humana". Aunque tanto Foing como Dunkin piensa que establecer una base lunar permanente y una posterior colonia humana necesita de una ayuda y cooperación internacional sin precedentes.
La expedición tendrá como misión realizar un mapeo completo de la superficie lunar, lo que permitiría a los científicos poner a prueba distintas teorías sobre el origen y las sucesivas transformaciones de este cuerpo celeste, según explicó Foing a la BBC. El Smart-1 estará dotado de un complejo sistema de rayos-X que ha sido desarrollado conjuntamente en tres universidades británicas, la de Sheffield, la de Londres y la de Manchester. Gracias a esta misión la cara oculta, como se denomina popularmente, de nuestro satélite natural y sus regiones polares podrán ser estudiadas más a fondo, al igual que la riqueza mineral de la Luna y la posibilidad de que exista agua helada en su superficie. "De cara a la exploración lunar y planetaria en el futuro, necesitamos encontrar recursos naturales y establecer allí asentamientos", según Bernard Foig.
La Smart-1 no está tripulada y su propulsión se realiza a través de motores de iones. La estructura del aluminio de la sonda tiene unas dimensiones de 157x115x104 centímetro, con una especie de formación a modo de caja que conteniene cuatro paneles de pared lateral y dos placas de la cubierta. "El sistema de propulsión iónica es el futuro de los viajes espaciales. Esta es una misión pionera, inteligente en todos sus aspectos", según apuntó el astrónomo inglés Sir Patrick Moore, aunque con anterioridad la NASA había probado el proyecto Deep Space 1. Durante 16 meses la Smart-1 rodeará la Luna, sin aterrizar en ella, y gracias a los paneles que están situados en su pequeño cuerpo podrá convertir la luz del Sol en energía eléctrica y con posterioridad los átomos del gas xenón en iones, cuyas expectativas es aumentar por diez la velocidad actual de algunos sistemas de propulsión.
Para Sarah Dunkin, especialista científica del proyecto y miembro del Departamento de Ciencia y Tecnología del Rutherford Appleton Laboratory Chilton comentó en la rueda de prensa de presentación de la primera misión que: "la Luna puede usarse como un banco de prueba para futuras misiones del hombre al espacio sideral. Vivir en otro mundo, será un desafío tanto para la tecnología como para la fisiología humana. Desconocemos los efectos a largo plazo de un medio ambiente con bajos niveles de gravedad". Foing piensa sobre vivir en la Luna que: creemos que tecnológicamente esto es posible, pero al final dependerá de la decisión política de prepararla para una colonización o como refugio de la especie humana". Aunque tanto Foing como Dunkin piensa que establecer una base lunar permanente y una posterior colonia humana necesita de una ayuda y cooperación internacional sin precedentes.
18 comentarios
Farid -
Pr0o -
luis y f.ivonn -
david -
joshua -
troya -
regiosa -
lourdes -
kenji -
dcbe -
sabi qe el tema es super bueno y como tengo tanta plata pa tirarla a la chunia cuando halla un hotel 5 estrellas en la luna reservenme la pieza mas grande y con jacuzzi y con una piscina enormemente grande y con un masajista muy rica y rubia
A. Trujillo -
que tonto eres -
raul perz -
Aiclid -
fcdgf -
gay -
bye
emigdio -
maykel -