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AÑOS LUZ

De vuelta...

De vuelta... Bueno, aquí estamos de nuevo. Después de tener el weblog abandonado durante unos meses por motivo de trabajo volvemos al ritmo habitual (aunque seguimos con el mismo trabajo :) e iremos renovándolo cada pocos días...así que a estar atentos. Os pongo por aquí unas noticias algo "curiosas"...a ver si os gustan

Un preso mata a otro y trata de comerse su cerebro

Un recluso de la cárcel de Saint-Maur, en el centro de Francia, asesinó a otro preso el domingo por la noche y trató de cometer un acto de canibalismo comiéndose su cerebro, informaron el jueves fuentes judiciales.

El hombre, que cumplía una pena de 30 años de cárcel por homicidio y actos de canibalismo, intentó repetir su crimen el domingo por la noche.

Los hechos sucedieron cuando se estaba distribuyendo la cena. El asesino salió bruscamente de su celda cuando le estaban abriendo la puerta y, armado con un cenicero, agredió a los dos reclusos que distribuían la comida.

Los dos vigilantes que les acompañaban se fueron a buscar ayuda. Cuando regresaron, uno de los presos estaba muerto, el otro herido y el agresor había empezado a comerse el cerebro del muerto.

Corte considera posible "acto de amor" caso de un hombre que degolló a su mujer
Un hombre británico de 100 años que degolló a su mujer no irá a la cárcel, después que el juez consideró su crimen como un posible "acto de amor" hacia su pareja con quien llevaba 67 años de "feliz" matrimonio, y que estaba postrada en una cama desde hacía varios años.

El hombre fue puesto en libertad, y deberá seguir un programa de rehabilitación comunitaria.

Bernard Heginbotham, carnicero retirado de Lancashire (noroeste de Inglaterra), se confesó culpable del asesinato de su esposa, Ida, de 87 años, el 1 de abril de 2001.

Heginbotham explicó a la corte que había vivido con su mujer 67 "felices" años de casados, pero Ida había sufrido varias caídas que la tenían postrada en una cama y que los obligaron a trasladarla a un asilo.

Heginbotham lloró cuando escuchó al juez evocar el modo cómo se había "consagrado" a su mujer enferma durante los últimos años de su vida.

El día que cometió el asesinato, Heginbotham estaba muy triste después de enterarse que su esposa - a quién visitaba a diario - debía ser trasladada otra vez a otro centro geriátrico más lejos de su casa.

"El admitió que fue a la casa con un arma e hirió a su esposa causándole la muerte", declaró la fiscal del estado Hilary Banks al tribunal, añadiendo que "él no quiso que su esposa fuera otra vez trasladada y pensó que allí no iba a recibir el cuidado que él deseaba para ella".

El juez Brian Leveson, que describió el matrimonio de la pareja como "alegre", dijo que a su criterio Heginbotham había actuado "bajo una presión intolerable".

"Fue, de verdad, un acto de amor y sin duda usted sufrió un trastorno médico en aquel tiempo y eso reduce considerablemente su responsabilidad", enfatizó.

"Fue, como usted bien lo sabrá, un hecho terrible, pero acepto completamente las circunstancias en las cuales usted lo hizo, y sus sentimientos de culpa y remordimiento han sido realmente demoledores", concluyó el juez.

1 comentario

nando -

como está el mundo... cuanto amor y cuanta hambre que hay...