2004, 2007, 2011 no sabemos exactamente el momento de la natividad de Jesús, pero si sabemos que antes de él en esa misma fecha distintas culturas paganas celebraban otras natividades solares bajo el auspicio del solsticio de Invierno. El Sol Invicto, Mitra por ejemplo era uno de ellos.
Navidad
Celebración que llega en pleno invierno. El Sol es cuando más cerca está de la tierra, pero cuando menos calor le ofrece por su inclinación respecto a nuestro planeta....parece que está muriendo, pero en realidad está renaciendo en su ciclo vital (orbital). Es el día más corto ...El día en que han nacido más elegidos solares entre ellos por ejemplo Buda.
Dicen que los nacidos en el día de la iluminación o 25 de diciembre son seres muy especiales. Con fuerza solar...y que cada 2160 años (según orientalistas) nace un líder o avatar. Y que hace milenios celebraba la Natividad de los dioses solares de muchas culturas que fueron arrinconados con la llegada de Jesús de Nazaret. Otros años hemos hablado de estas fechas recordando que al igual que sucedía la Noche de San Juan en el 24 DE JUNIO, el 24 de DICIEMBRE, los antiguos hablaban de pórticos a otras dimensiones o realidades. Precisamente Jesús nace en un portal situado en Belén tierra de manifestaciones de dioses antiquísimos. Pero para que se abra un portal es necesario no sólo estar en el sitio correcto en el momento propicio, sino que además es imprescindible tener la llave correcta de la cerradura (Jesús) unía la materia de la llave (carne humana, con la mella o artesanía que la hacía única (toque ¿divino?).
No olvidemos que Jesús hijo de José y María unía en el sangre de las dos estirpes más importantes de las perdidas de Israel (hijos de Jacob 13, que no doce). Linaje de David el poderoso y del pequeño Benjamín el puro. Lo que le propiciaba una sangre real pura, pues recogía toda la de Jacob que se había disgregado con hijos de esposas diferentes.
Así que en el centro del Portal había una llave simbólica o un Sangre Real (San graal).
En Verano se abría el túnel que nos acercaba a los espíritus elementales, en Invierno se abría el camino que permitía entrar en contacto con los dioses.
Y curiosamente se constata a nivel estadístico esta creencia con el número de casos de encuentro con entidades angélicas, lumínicas. Semi- etéreas. Es decir desde diciembre a enero se dan más casos de encuentros con entidades desconocidas de tipología angélica o que dicen ser superiores a los hombres con quienes buscan contacto. Mientras en verano los testimonios con criaturas más básicas o materiales es mayor...
También es cierto que el ser humano en la fase invernal está más predispuesto metabólicamente y emocionalmente a sufrir ciclos de melancolías. Las bajas temperaturas provocan en nosotros una especie de facilidad para la introspección. Nuestro organismo se vuelve económico en el gasto energético, para mantener la temperatura corporal y todo esto provoca que veamos el mundo de una manera más gris o profunda.
Durante los inviernos nos encontramos más reflexivos, llenos de curiosidades existenciales.
Esa Introspección o mirada sobre nosotros mismos y lo que nos rodea nos vuelve mucho más sensibles que el resto del año. Nos sentimos más dúctiles y maleables, en una palabra frágiles, esto hace que aquello que nos preocupa se acreciente en nuestra mente y que busquemos entender con más ahínco...lo que nos lleva a observar la naturaleza con unos ojos más amplios.
Si fuéramos guerreros podríamos decir que mientras en verano somos héroes indolentes en invierno nos dedicamos a curarnos las heridas y sobre todo a ser conscientes de ellas y de que no somos invencibles...sino parte de una naturaleza.
Esa percepción mucho más abierta que el resto del año facilita el desarrollo de fenómenos extraordinarios: nuestra percepción extra-sensorial está más desarrollada y activa, por lo que no es extraño que vivamos momentos de acuciada telepatía o telequinesia entre otras cosas.
También en esta época echamos a faltar mucho más que el resto del año a seres que ya no están con nosotros, desde los vivos que han ido pasando por nuestras vidas y un día se marcharon de ellas por cosas del destino, hasta aquellos que murieron dejándonos su recuerdo.
Al acordarnos de ellos de una forma más obsesiva y persistente es natural que se registren estadísticas muy grandes de experiencias extra-corpóreas con vivos y de contactos con difuntos o entidades desencarnadas.
Es más, como el proceso afecta en gran medida a muchos seres humanos durante el mismo tiempo, sobre todo en fechas señaladas como las Navideñas, se convierte en un fenómeno colectivo con mayor fuerza.
Es como si entre todos hiciéramos una gran rueda energética o psíquica, lo que podría provocar que efectivamente, de existir estas puertas dimensionales que nos separan con el Más Allá, estas se abrieran en muchos sitios del mundo y frente a muchas personas diferentes.
Las fechas navideñas, no son simples celebraciones católicas en adoración al Niño Jesús, son una continuidad de ritos e invocaciones que hemos convertido en costumbre y que son mucho más antiguas que el propio Cristo.
Sin saberlo hemos introducido en nuestras vidas la utilización de ritos paganos, y fomentamos la presencia de altares a deidades antiguas en nuestros hogares: La presencia del árbol celta por ejemplo. Las velas para iluminar a los difuntos. Los lazos o ataduras amorosas.
Imitamos a los viejos sacerdotes, aunque no seamos conscientes de ello.
Y las invocaciones son más numerosas, ya que cada uno de nuestros hogares se convierten en pequeños altares.
Y no sólo el abeto celta símbolo de la vida que sobrevive a la muerte invernal.
Sino esos portales o belenes son pequeños altares.
Basta fijarnos en los materiales con los que se construye.
Musgo: perseverancia de la vida en condiciones adversas. Capacidad de adaptación de la vida, nos representa como especie humana.
Madera: es el transmisor natural de emociones. El absorvedor de emociones natural, presente en todos los altares porque en ella encerramos los mensajes que llegaran a los dioses al ser quemados y purificados a través del fuego.
Paja del pesebre: es el símbolo de la humildad. Pero también de que las cosas que parecen inútiles pueden tener su provecho. Y ser trascendentales para la continuidad de la vida.
Además todo el conjunto del pesebre, figuras religiosas a parte. Es la representación del ancestral Yoni o sexo femenino, es decir el seno de la Diosa Madre. Procrea (en la persona de la virgen Maria) y da protección a los recién nacidos en su vientre, porque ellos en el futuro cambiaran el mundo.
El Yoni en la antigüedad o vulva femenina tenía atributos de poder mágico ya que podía proteger de las tormentas y traer fortunas.
Y efectivamente el Yoni pesebre protegió a Jesús de ser asesinado, le dio cobijo y le trajo la fortuna en mano de los reyes magos de Oriente.
En el interior del yoni está el principio de la vida, el ying y el yang...la presencia femenina pasiva y la masculina activa. Efectivamente encontramos dos figuras que representan al ying y el yang...María y José. Y el fruto de este equilibrio es la vida representada por Jesús , él es el equilibrio central, por eso se dispone en el centro del pesebre. El contiene el germen de todos los conceptos, es el resumen de la existencia.
El portal es un símbolo del útero original y protector de vida...y por supuesto en cuyo seno se dan cambios y mutaciones de especies.
Podríamos hablar de miles de simbolismos impresos en la navidad...pero nos lo tomaremos con calma...seguiremos el año que viene...
Por cierto no os extrañéis de que en estos días navideños, en los que estáis tan sensibles, veáis sombras rápidas corriendo por vuestros pasillos, o cuadros y fotografías moviéndose, son fenómenos muy normales , al menos en número.
El qué los produce exactamente sigue siendo un misterio...aunque recordar que los que dejamos las sillas vacías para recordar a los que no están o los que llenamos la casa de atributos mágicos o invocadores somos nosotros...los vivos.
Respecto al Caga-tió o leño navideño que preguntaba un compañero colistero: es una costumbre celta adquirida por romanos y luego heredada por cristianos de Europa central.
Se trata de coger un tronco de árbol (debía de ser de rama caída no cortada, pero ya no se respetan a los árboles...por cierto si tenéis uno natural, no olvidéis replantarlo¡¡¡¡). En ese tronco se daban golpes mientras se pedían deseos a las deidades al tiempo que se ahuyentaban las malas fortunas.
En la antigüedad se metían objetos y dulces en su interior. Y al golpear salían...recordando que aquella fiesta era un ritual de fertilidad.
Hoy en lugar de parir se le hace defecar poniendo sobre su parte trasera una manta o tela, mientras los niños golpean con baras. Pero para recordar que las cosas que da la naturaleza no son sino acciones que nosotros producimos, hay que darle de comer poniéndole un plato delante una noche. O sea...se puede exigir cuando se ha trabajado para recibirlo. Sino nos portamos bien el tronco estará vacío y no dará regalos.
Para que tuviera más magia y fortuna solía recogerse el tronco de entre los restos de fogatas de rituales de fuego purificador anteriores. Al final se quemaba para que los deseos no materiales se cumplieran.
Besos.
P.D. especialmente para los que andáis mal de salud o echáis a faltar a un ser querido...o para quienes pasen por momentos difíciles a cualquier nivel...ojala el Sol os irradie fuerzas...porque sois luchadores pese a todo...sino no estaríais aquí, pese a vuestros problemas, haciéndoos preguntas sobre el universo y los misterios que contiene.
Hola
Hola a todos