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AÑOS LUZ

Editorial Años Luz de Diciembre

Editorial Años Luz de Diciembre     El mundo está dando vueltas, me refiero a más rápidamente que nunca. No, no se debe al cambio de velocidad por alteraciones en su órbita, aunque es sólo cuestión de esperar un poco para que esto también suceda. Me refiero más bien a movimientos de cambio que se respiran en todos los campos sociales e individuales humanos.    Somos producto de unas generaciones aguerridas que han aprendido a ver entre líneas la manipulación informativa y han comenzado a distinguir entre la realidad que se nos muestra y la que realmente sucede.    En el terreno de lo misterioso tampoco nos libramos de la oleada de cambios y de la instauración de nuevas formas de pensar y perspectivas más objetivas de observar los casos y las cosas. Sucede, aunque muchos lo desconozcan, que para sobrevivir dentro del misterio, es decir poder buscar respuestas, debes buscar en un amplio número de testimonios. Porque si nos quedamos en la experiencia personal, como algunos abogan que debemos hacer, no podemos comparar con otras experiencias y nos quedaríamos cortos a la hora de entrever verdades, inmersos en el mundo de la subjetividad; y en ese lugar no se obtienen datos, sino creencias. Y sinceramente sin nociones reales para estudiar y aplicar a la investigación, de nada serviría tanta búsqueda porque no habría una orientación a obtener un beneficio o uso humano en el futuro que se nos cierne, en esta fase de homo sapiens sapiens internauta espacial.     Si lo extraordinario se da, con la asiduidad cada vez mayor que muestra, conforme la gente pierde miedo a hablar, y los investigadores ganan en equilibrio entre lo racional y lo posible; es indicación de que algunas cosas, en cuestión de un tiempo relativo, podrían empezar ha adquirir sentido, leyes extraordinarias y en factor espacio-temporal concreto. Si nos esforzamos por vislumbrar ese futuro, veríamos que los humanos nos beneficiaríamos a nivel individual y especie de aquello que somos (seres de percepción extraordinaria).    Mientras unos se quedan en lo obsoleto de los temas de misterio, como cuando muchos de nosotros jóvenes buscábamos aventura y subidón de adrenalina, otros intentamos pasar de esa fase de lo terrorífico, para empezar a comprender lo increíble, asumiendo que la perfección del Caos da a todas las cosas un orden de existencia, y una utilidad para la supervivencia y la adaptación.    Mientras salimos a buscar somos conscientes de dos premisas. Debemos decir a los demás que estamos en camino, que los necesitamos, requerimos de sus testimonios, casos e ideas para avanzar e ir tomando caminos donde las decisiones se van tomando de manera objetiva, en un intento de encontrar las verdades, nos gusten o no las que encontremos, sean románticas o frustrantes. La única forma de hacer esto es darse a conocer, utilizar canales de contacto con los demás, de quienes dependemos, y gracias a los cuales obtenemos datos para seguir buscando. Pero no por ello debemos de perder la perspectiva y utilizar a los demás como moneda de cambio, como soporte a unos minutos de gloria en los medios que nos eleven el ego. Debemos ser conscientes que los casos deben ser revisados cíclicamente, que las personas que nos ofrecen su ayuda deben entender que no estamos para ofenderles o hacerles daño, sino todo lo contrario.Es compatible darse a conocer, incluso darse el gusto de ir teniendo un sano Ego por reconocimiento del trabajo realizado, con tratar a los demás con el respeto y la ética necesaria.    A veces me cuesta entender que tengamos que darnos tanta publicidad, pero hubo un tiempo en que medité sobre ello y entendí que la única forma de recibir información y animar a que te dieran era está. A veces nos hacemos fotos en los lugares con el único fin de demostrar que estuvimos allí, porque haciéndolo de manera más humilde, encima, se sospechaba o dudaba de nuestros esfuerzos. No sólo personales, sino, inclusive económicos.    El “misterio” es un hobby que cuesta dinero. Sólo los que verdaderamente lo aman encuentran un camino medio para adentrarse en una búsqueda sin fin cierto. Y sólo lo hacen aquellos que intuyen que pese a los fraudes y las negaciones hay un porcentaje de datos que nadie puede explicar y que son los que orienta la brújula de los buscadores.Muchos curiosos del misterio somos PPP (“Pensamos, padecemos y perdemos”), y pese a ello nos merece la pena seguir.    A veces queremos escapar viendo que la frustración sale a nuestro encuentro en cada esquina, desanimándonos a seguir, adquiriendo rostro de personas, pero pasado un tiempo de bajó absoluto, volvemos a mirar, porque los casos vuelven a nosotros, como si no quisieran dejarnos ir del camino del que intenta encontrar. En esos otros momentos, vemos que el misterio no son esas cuatro personas que por motivos materiales nos intuyen como competencia. Son los temas en si, quienes nos fascinaron de niños, y son ellos los que nos abocan a regresar una y otra vez.   No nos motiva la competencia, quienes así lo crean, cuando nos quejamos de algún fraude, se equivocan, es nuestra pasión por la búsqueda la que nos incita a alzar la voz contra ello, en un intento de que otros al descubrirlo no lleguen a creer que todo en lo extraordinario puede ser idénticamente fraude. Hemos tenido que oír que no somos tan sanos como parecemos. Incluso alguien me dijo que no podía tener siempre tan buen carácter como aparento. Al respecto podría intentar defender que están equivocados, pero respeto su forma de creerlo si lo desean, y prefiero que sea el tiempo, juez indiscutible del ser humano de este planeta, quien determine si somos de una manera u otra.    A veces, en el camino, animando a otros a que se unieran a la búsqueda, apoyándoles y dándoles nuestro aliento y amistad, nos hemos encontrado con que aquellos que se dijeron amigos nuestros, por dos minutos de gloria en radio, por caer bien a otro investigador que creen nuestro enemigo (porque nos hemos quejado de algunos datos divulgados que no veíamos fiables), por sacar un provecho económico, nos venden.De tal manera que incluso alguno que ha estado conmigo investigando en algún lugar y después de escribir sobre el mismo sitio (siempre neutros como solemos hacer) pretenden acusarnos de que no estuvimos allí. Afortunadamente las fotos suelen ser en este caso una prueba que los contradice.     Y ya que andamos de confesiones, ante las puertas de la Navidad, donde se supone debemos ser buenos, aunque deberíamos intentarlo también el resto del año, no puedo, ni quiero pasar por alto, que no les guardo rencor. Que me cuesta un esfuerzo diario no sentirlo, que a veces me desola el no entender estos comportamientos. Pero dejo la puerta abierta a que con la mano el pecho, un día reflexionen y corrijan las mentiras, en las que invierten un tiempo que podían haber empleado en investigar de verdad.Precisamente los que nos dedicamos a la observación de las grandes interrogantes del ser humano y de la existencia, deberíamos ser, cuanto menos no envidiosos, rencorosos o malos compañeros.    Hablar claro cuesta poco. Comentar a la persona afectada directamente las cosas y no hacerlo como espías enviando e-mails a otros compañeros para que dejen de pensar bien de la persona que se esfuerza. Oír la versión de los demás. Discernir si no se está de acuerdo con respeto. No criticar la vida personal y sexual de los compañeros, porque ciertamente a nadie interesa, sino sus trabajos. No empezar a enviar a la gente que sube, solo porque han sabido hacerlo, sería otro punto interesante que deberíamos de aprender a asumir. Teniendo en cuenta que es más importante que el misterio esté en los medios que no ausente.    No todos hemos nacido para sobresalir en primeras líneas en los medios. Muchos somos hormigas buscadoras, que disfrutamos con la labor diaria, y los líderes que a lo mejor están más preparados para los medios, porque tienen mejor estar, más soltura, saben hablar mejor, deben igualmente respetar a las hormigas, porque ambos somos campos que se necesitan mutuamente.    A veces en reuniones de amigos oigo como fulano, mengano ha trepado, los que me lo comentan, no siempre, pero la gran mayoría, no lo hacen porque teman que hagan un mal trabajo, sino porque los envidian y quisieran estar en su puesto, luego ver a un trepa que se queja de otro parece una parodia, y verlo, en ocasiones me hace creer que estoy soñando.    Al principio, hubo un tiempo, en que perdía minutos intentando convencer a las personas a que no lo vivieran así, sino de una manera más indolente. Luego entendí que era una perdida de tiempo. Y simplemente me quedo quieta, ya ni siquiera comento.No me gusta la exageración o la mentira para vender misterios, cosa que continuamente comento. Lo creo innecesario, los trabajos van a gustar igual, sin parafernalias inventadas, que al ser descubiertas restaran credibilidad aquello de real que tienen esos trabajos. De todas formas, yo misma incurro en ese error, exagerar, no por fabricar mentira, sino porque quizás mi pasión al tema, me hace vivirlo intensamente y explicarlo en igual medida.    Como humana cometo errores y como defecto personal, suelo olvidar datos que otros tienen memorizados a fuego. Mi forma de estructurar los datos es buscar comparativas y quedarme con el propio desarrollo del caso, debe ser mi defecto femenino, ya que nuestra mente tiene esa tendencia.    En ocasiones he recibido collejas sanas de mi propio hermano al terminar de divulgar en radio un tema, diciéndome “niña, te has vuelto a equivocar de año, o has pronunciado mal tal nombre”. No puedo hacer nada contra ello, salvo en la próxima ocasión corregir el dato, que como no ha sido un fallo intencionado, siempre estoy a tiempo de rectificar.Mi mente a estas alturas, como la vuestra, supongo, es un almacén tan extenso de datos que prefiero utilizar en buscar sentido y no en ver si queda profesional o no como lo digo.    Cierto que podría dedicar un tiempo a mirarme en un espejo con un lápiz entre mis dientes dándome autoclaves de logopedia, pero prefiero dedicar el tiempo ha hablar con personas que me cuentan nuevas experiencias. A fin de cuentas no nací para los medios, como muchos otros, aunque no lo asumen o si, depende de su personalidad. Nací para ser curiosa, la divulgación es un efecto colateral y resultante, una herramienta para captar nueva información y un intento de aclararme algún día las ideas y en una lucha por encontrar patrones comunes en las temáticas.    Como mujer, igual que mis compañeras de búsqueda e investigadoras o periodistas, no puedo zafarme de unas obligaciones añadidas en mis roles personales y familiares.No se crean los misógenos que lean esto que abandonamos nuestras responsabilidades. Hemos aprendido a hacer ambas y compatibilizarlas. Y aunque el día tiene veinticuatro horas, sacamos el jugo a esos relojes que, a veces, no queremos ni mirar. Lo cierto es que muchos de los investigadores masculinos hacen igualitariamente sus funciones y los mismos esfuerzos que nosotras, a estas alturas, la diferencia, radica en que nosotras tenemos que maquillarnos más (es una broma sutil, pero no por ello incierta).    En fin, empecé a escribir la editorial intentando conseguir un texto breve y conciso que cambiara el mundo a mejor, pero bien mirado, soy humana, y tengo los mismos defectos que mis congéneres. Los asumo y procuro corregirlos, como muchos. Luego como decir o hacer algo para motivar al cambio, a los no fraudes y a la llamada de un compañerismo no “amiguista o corporativista disgregado en facciones económicas”. Es imposible. Jesús lo intentó y al pobre lo crucificaron.Hablando de él, aunque soy agnóstica reservada, muchas veces me acuerdo de su persona. No, no por cuestión de credo. En realidad me suelo acordar de él, cuando muchos se empeñan en acercarse a mi demostrándome que saben más que yo y que sus casas tienen las paredes al caer del peso de sus títulos (la mayoría no homologados).Yo miro oigo y disimulo. En ocasiones me he encontrado con personas que sabían más que yo de mis propios trabajos, sin saber que eran míos. La verdad es que no suelo molestarme en sacarles de su error. Me gusta ir de aprendiz, porque es lo que siento que soy. Pero en esos momentos me acuerdo de Jesús, e imagino que si viniera habría algún sabio de turno que le diría “yo sé más que tú”, o eso otro “no te ha llegado el tiempo del conocimiento no eres elegido”, o aquello de “tienes que hacer lo que yo te diga”.Entonces mientras intentan reeducarme y hacerme ver lo poco que sé (qué en el fondo es cierto) se me suele escapar una breve sonrisa.    Creo que con algunas de mis experiencias de caminante entre misterios, otros hubieran escrito una Biblia dogmática. Afortunadamente para ellos entiendo que no han vivido esas cosas, y  eso me indica que lo que quiera que organice y coordine la realidad, sabe muy bien como y a quien hacer las cosas.     Claro que en ocasiones me acuerdo de Jesús, porque intuyo que muchos de los que tanto hablan de él, si este viniera y no cumpliera sus expectativas, volverían a crucificarlo. No hay nada más temible que la furia de una persona que se crea por encima de los demás y en posesión del conocimiento absoluto. La historia a dado muestras de que estos personajes, con un poco de poder, exterminan y arrasan todo aquello que les lleva la contraria. Es como cuando ves contar mentiras y embaucar a otros, que viven de presuntas experiencias que dicen les dan seres superiores para beneficio de la humanidad. Lo que no consiguen explicarme nunca es porque ellos cobran por transmitir unos mensajes como esos, o porque viven de personas aficionadas al tema, en lugar de ayudarlas, como si fueran mesías. Los veo caminar por el mundo con hileras de personas que les siguen sin cuestionarse lo que hablan, pese a ver que mienten, o que muestran un enigmático interés por el dinero y la comodidad, mientras sus bocas se llenan de frases espirituales y de amor. Desde luego no quiero comprar mi evolución y no entiendo del amor que se comercia venga de este planeta o sea dictado desde un lugar lejano del Cosmos.    Veo que tampoco podría hacer nada para cambiar el hilo de araña de venganzas y malos rollos generados en el seno del misterio. En ocasiones movida por un intento de dialogo, me he visto inmersa en medio, entre dos bandos, que cuando se cansan de atacarse entre si, se relajan las palpitaciones en la yugular fruto de sus iras en mi persona o en las de otras, que por buena fe, simplemente querían hacer un llamamiento a la Paz.    También he aprendido, a que cuando no estas de acuerdo con temas concretos, por muy educadamente y respeto que pongas en tus argumentaciones, que las tienes y las comentas desgranándolas para que entiendan tu postura, no se acepta bien.Debe ser porque muchos están susceptibles porque se lo toman como un ataque a su persona, cuando realmente solo opinas de un caso o tema.   Bueno es otra de esas cosas que sabemos no se puede cambiar. Pero que nos obligamos a no devolver, por que, simplemente nos parece absurdo e iría de lleno contra los lemas éticos y de trabajo que nos propusimos hace años, cuando decidimos que queríamos salir a ver las cosas por nosotros mismos.     Sé que algunas cosas de las comentadas pueden hacer que te identifiques con ellas. Espero que sean las positivas, y que al igual que nosotros, estés aprendiendo a animarte a ti mismo/a y a sobrevivir en una especie de mundo paralelo, donde lo que realmente preocupa es lo trascendental y no estás pequeñas humanidades que muestran las reminiscencias animales de nuestro cerebro animal. Si eres así, normalito como nosotros, una abejita recolectora, bienvenido/a a la colmena.    Recordarte que tu camino se convertirá en más fatigoso que el de otros, porque tener moral limita mucho. Pero siempre serás más consecuente. No tendrás que agachar la cabeza, ni esconderte por dejar de tras de ti un mal poso. Podrás ser consecuente contigo mismo, porque eres tú a la persona a la que debes dar explicaciones en esta existencia, y debes sentirte a gusto con ese compañero que llevas dentro, por otro lado encontraras a muchos como tu, y te sentirás arropado y acompañado.    Tendrás la esperanza y el respeto necesario que te embargaran de alegría cada vez que intuyas una esquina que guarda un secreto para ti. Y cuando lo obtengas y tengas la necesidad de compartirlo muchos atenderemos y aprenderemos.    Si un  día en tu camino descubres un mundo sectorizado en continuas batallas y percibes que no estás en un bando u otro, que eres parte de los dos, no te asuste, suele suceder. Aunque desde fuera esta posición neutra no se suele entender y muchos esperando que te coloques en una u otra casilla, puedan no aceptar con buenos ojos que no lo hagas y convertirte, sin tu quererlo, en un enemigo a batir, pero en esos momentos, recuerda que la paciencia es muy buena aliada, que terminará por hacer comprender a esos que piensan mal de tu toma de posiciones que no lo haces por llevarles la contraria, si no simplemente por no llevártela a ti mismo. El tiempo se llevará las suspicacias y las dobles lecturas que otros interpreten a tu forma de trabajar. Y si no sucede así, tampoco te derrumbes, no merece la pena.   Llegados a este punto, me descubro aquí sin saber como dando consejos que no debo y para los cuales no estoy preparada, la intención desde luego es buena , evitar a otros ofreciéndoles mi experiencia a estos problemillas que todos nos topamos. Pero por otro lado permitirme que me riña a mi misma, pues quizás esté en el propio aprendizaje individual el vivir estros contratiempos, porque son la única forma de evaluarlos y comprobarlos, y porque de ello cada uno de vosotros tomara el camino que realmente os convengan.     Sólo me resta daros ánimo a los luchadores. Recordaros que siempre encontraréis soportes libres de pensamiento como Años Luz para que lo utilicéis en vuestra búsqueda. Os pido encarecidamente un favor,  ¡no abandonéis!.   No dejar que las generaciones venideras sigan tan confusas como han sido las nuestras. No permitáis que lo único existente en el mundo del misterio sean los extremos ajusticiadores de verdades que no parecen, ni siquiera interesarles.No hay nada más doloroso que ver como un llamado científico no aporta nada, salvo negación. O en su contra ver a un supuesto contactado ver como no respeta aquello que dice haber visto con su mentira o materialismo. No dejéis que los jóvenes oscilen como peonzas confusas a un lado u otro de la balanza, sin encontrar el llano y humano camino del medio. No olvidéis cuando ellos fuimos nosotros. Cuando creíamos en todo y asumimos porque lo decían profesionales que habían unas leyes y unas verdades. Cuando al crecer y conocer de cerca los temas descubrimos las falacias, el merchandising y el comercio misterioso. Lo cual sigo sin entender porque se podría ser famoso y vivir del misterio honestamente e igual de bien, muchos hay que decir, lo han logrado. Y su éxito es más duradero aunque no tan llamativo. No es nuestro caso, pero apreciamos aquellos quienes con dignidad han sabido con esfuerzo crearse un hueco y aportar trabajos sorprendentes.Ayudad a las nuevas generaciones, porque sino creerán que todo es mentira, que no merece la pena buscar. Y se perderán la aventura, y apagaran esa parte curiosa de su interior. Como muchos de nosotros hemos hecho en alguna temporada de nuestras vidas.    Hay muchos trabajos buenos hay fuera. Casos espectaculares de muchos investigadores humildes, muchos esfuerzos personales de compañeros que merecen la pena conocer. Enseñémosle prudencia, pero dejémosle la aventura. Y aprendamos de ellos también recordándonos a nosotros cuando teníamos su ímpetu y su fascinación virgen y exenta de malos rollos.

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